Besser-Siegmund, C. u. (2015, versión revisada). Wingwave - wie der Flügelschlag des Schmetterlings (título anterior, EMDR im Coaching). Paderborn: Editorial Junfermann.
El libro de principios básicos del Wingwave y sus orígenes en una nueva versión actualizada.
El batir de las alas de una mariposa – según reza el sabio adagio – puede llegar a modificar el clima de la otra punta del mundo. Por tanto, la filosofía del método Wingwave aboga por el máximo aprovechamiento del coaching combinado con el uso mínimo y preciso del método de corta duración, el cual puede conseguir un clima emocional positivo en el mundo de experiencias de una persona de forma sorprendentemente rápida.
En este libro – una edición revisada y ampliada del anterior titulado EMDR im Coaching – los autores exponen los principios básicos del método de coaching Wingwave: una combinación del PNL (programa neurolingüístico), un test muscular de la kinesiología y el uso de las fases REM con el paciente en estado de vigilia:
“Los médicos especializados en trastornos del sueño observaron, sobre todo, durante las fases del sueño, los denominados Rapid Eye Movements (movimientos rápidos del ojo), abreviado “REM”. Se supone que estos veloces movimientos oculares están asociados al “almacenamiento” intensivo de todas las impresiones sensoriales y emociones que bombardean nuestro sistema nervioso y cognitivo durante el día. (…) A principios de la década de 1990, la psicoterapeuta americana Francine Shapiro utilizó los movimientos rápidos del ojo, deliberadamente inducidos, para crear un método independiente que servía para combatir el estrés postraumático, al que bautizó como EMDR (por sus siglas en inglés, Eye Movement Desensitization and Reprocessing), el cual pasó a ser rápidamente conocido en Europa. La nueva idea procedente de los EE. UU. creó fascinación y alarma al mismo tiempo, pues permitía expulsar los bloqueos psíquicos con simples “señales y movimientos”. De hecho, este método se basa en determinados movimientos rápidos con los dedos a la vista del paciente por parte de los terapeutas. (...) A pesar del considerable tiempo transcurrido, seguimos perplejos ante el rápido y duradero efecto benéfico que “las fases REM en estado de vigilia” tienen en la curación de las heridas psíquicas. (…)